Se hace camino al andar…
…y también nos ayuda a reforzar nuestra memoria.
Un estudio realizado por el profesor Kirk I. Erickson de la universidad de Pittsburgh a unas 300 personas mayores nos rasegura que caminar largas distancias ayuda a reducir la atrofia cerebral en pacientes que sufren de Alzheimer durante sus primeras etapas.
La región hipocampo del cerebro tiende a encogerse ligeramente con la edad, pero gracias al ejercicio periódico la masa gris del cebrero tarda más tiempo en debilitarse.
La investigación realizada entre 1998 y 2008 confirmó en el año 2004 que los pacientes que caminaban alrededor de 10km a la semana tenían mejores facultades cognitivas por lo que reducían hasta en un 50% las posibilidades de desarrollar la enfermedad del alzheimer.
Te sugerimos un par de consejos para empezar a caminar largas distancias:
– Estira la columna vertebral hacia los lados y hacia atrás con la cabeza alineada a tu columna.
– A la hora de caminar, balancea los brazos para así llevar el ritmo del movimiento.
– Apoya primeramente el talón y luego el resto del pie al hacer contacto con el suelo.
– Lleva siempre contigo una botella de agua para hidratarte.
– Utiliza calzado cómodo y seguro para evitar resbalar.
Actualmente el alzheimer afecta a 26 millones de personas por lo que una cura preventiva como el caminar nos puede ayudar en un futuro a evitar éste mal.